domingo, 8 de junio de 2008

COMUNICACION Y DESARROLLO PARA LA PAZ.

La comunicación es una actividad humana fundamental y transversal a todo el tejido social y cultural de las comunidades. Por ello, desde el ámbito de la comunicación, la unesco ha concebido, fomentado, desarrollado y evaluado diversas iniciativas en favor de la paz y la reducción de los conflictos.La ausencia de guerra no es condición suficiente para ganar y mantener la paz pues es necesario ir a los orígenes y causas de las situaciones de violencia entre países y dentro de las sociedades para aplicar soluciones a problemas como la miseria, la falta de justicia, las conductas autoritarias y antidemocráticas de gobernantes y detentadores de poderes legítimos o no, la violación de derechos humanos, la falta de oportunidades para el acceso al conocimiento, al trabajo, a expresar libremente las ideas, practicar la fe y ejercer el derecho a disentir sin temor a represalias.Por ello la unesco advierte que “la pobreza y los conflictos son los principales factores que ponen en peligro la seguridad y la dignidad del ser humano y la justicia social [...] la intolerancia, la discriminación, la desigualdad, la ignorancia, la pobreza y la exclusión, entre otros factores,contribuyen a crear un medio propicio para el terrorismo”. En la línea de la Carta de la Paz de las Naciones Unidas, la Organización propuso y asumió el liderazgo del paradigma de la Cultura de Paz definida como los “valores, actitudes y conductas que plasman y suscitan a la vez interacciones e intercambios sociales basados en principios de libertad, justicia y democracia, todos los derechos humanos, la tolerancia y la solidaridad, que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación, que garantizan a todos el pleno ejercicio de todos los derechos y proporcionan los medios para participar plenamente en el proceso de desarrollo de su sociedad”.En consonancia con lo arriba planteado, Koïchiro Matsuura, director general de la unesco, señaló que “a pesar de grandes avances en la solución de conflictos existentes desde hace decenios, la paz sigue siendo demasiado frágil en numerosos países como para que pueda responderse a las expectativas y aspiraciones legítimas de sus poblaciones al desarrollo, la democracia y la paz. Los esfuerzos de la unesco por promover una cultura de paz constituirán una contribución muy valiosa a tal empeño”.Es importante destacar que “la Cultura de Paz debe contribuir al fortalecimiento de los procesos de democratización, tomando en cuenta el pluralismo político y la participación activa de la sociedad civil, que permita a los individuos intervenir en las decisiones que afectan sus vidas y en la promoción de la dignidad de la persona humana. Claramente se apunta a la construcción y el fortalecimiento de la democracia, sistema político sustentado en el ejercicio de las libertades públicas, los derechos humanos, en la participación y en la relación pacífica entre ciudadanos para la negociación, la concertación y la solución equitativa de los conflictos en toda relación humana y social” (1).Uno de los derechos referidos es la libertad de expresión del ser humano para dar a conocer —en cualquier ámbito y momento— las opiniones y puntos de vista que su propia vocación personal, sus intereses y circunstancias le dicten en lo político, social, religioso, educativo, filosófico, cultural, científico, sin que por ello sea censurado o reprimido en cualquier forma. Igual importancia tiene el derecho a la información oportuna, transparente y libre en relación con el manejo de los asuntos públicos por parte del Estado, en especial de su administración pública. Aquí destaca la libertad de prensa como corolario de la libertad de expresión, que tiene en contra la sin razón de la violencia —la estatal, la paramilitar, policial, el terrorismo y las mafias que controlan los tráficos de narcóticos, personas y armas— que ha dejado una trágica estadística de periodistas asesinados y medios destruidos por investigar y dar a conocer hechos ilícitos. En este marco la unesco, desde su programa de comunicación, ha impulsado proyectos, mecanismos y actividades para “contribuir a los procesos de reconciliación y construcción de la paz brindando asistencia a los medios de comunicación independientes con miras a alentar iniciativas de prensa que contribuyan a la construcción de la paz y ayudar a reconstruir y crear entornos independientes y pluralistas en materia de medios de comunicación en las zonas que han salido de un conflicto o una catástrofe”.
Dos proyectos se constituyeron en emblemas de todos los esfuerzos y ejemplos de resultados concretos de estos afanes: la Red de Diarios de América Latina para una Cultura de Paz (Redipaz), constituida en la Ciudad de Panamá (octubre 1998) y la Red Latinoamericana de Radios para una Cultura de Paz (Radipaz), fundada en Ciudad de México en agosto del 2000. Ambos mecanismos asumen como tarea comunicar y fortalecer la cultura de paz mediante el seguimiento, producción, intercambio, difusión regular y permanente de informaciones sobre la paz, la integración y el entendimiento entre los pueblos latinoamericanos.El espíritu y razón de estas actuaciones son sintetizados en la actual Estrategia a Plazo Medio de la unesco (2002-2007), documento donde los estados miembros determinaron que “en muchas regiones del mundo la paz sigue siendo algo frágil y precario. Contribuir a preservarla en todas sus dimensiones sigue siendo, por ende, un desafío permanente para la comunidad internacional en general y para la unesco en particular puesto que este ideal está consagrado en su Constitución. Su consecución supone otra tarea, la de erigir la confianza y el entendimiento entre las diferentes culturas y civilizaciones y dentro de ellas, así como entre las naciones, comunidades y personas, especialmente en situaciones de conflicto agudo y de posconflicto. La defensa de la paz comienza en la propia mente de los hombres y las mujeres, a quienes se deben infundir esperanzas en el porvenir, especialmente pensando en las generaciones futuras”.

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